Reseña para expresaradio.com Haciendo Ruido
El teatro Metropólitan fue testigo de la tormenta que la noche del sábado dio vida al “ente”, traído al mundo por el Dr. Frankenstein, Ópera Rock presentada por José Fors y que además cuenta con la participación de prestigiadas voces de la escena rockera de Guadalajara, de quienes desataca Ugo Rodríguez (Azul Violeta), que personifica a Víctor Von Frankenstein.
Esta opera rock en dos actos es una versión libre de la novela de Mary Shelley adaptada por el también músico de Cuca. Un trabajo de casi diez años desarrollado en un sombrío escenario que logra la convergencia gótico-minimalista, al igual que el vestuario, creación conjunta de Fors con Garra, empresa de Salvador Moreno (La Casta).
Además, la producción multimedia junto con el excelente trabajo de iluminación da un toque especial a la obra, que durante 35 escenas nos incita a explorar los sentimientos mas oscuros del “ente” y de la humanidad.
El montaje, auspiciado por la Universidad de Guadalajara, proporciona los elementos más importantes de esta primera novela de ciencia ficción: el momento en que el Dr. Frankenstein profana los restos de un asesino, el nacimiento del “ente” y el desarrollo de sus emociones tales como la necesidad de amor, la soledad, el odio y la venganza.
Los monstruos de Dr. Frankenstein
El peso de la obra, sin duda, lo lleva el trabajo musical realizado José Fors. Las piezas de Dr. Frankenstein van desde el tango, la balada romántica hasta el metal, resaltado por las voces de los personajes, por pequeños que pareciesen, creados por músicos importantes como Gerardo Enciso, Salvador Moreno, Carlos Ávilez, Sara Valenzuela y Vera Concilión, por mencionar algunos.
Sin caer en el protagonismo del “ente”, Fors se centró en dos monstruos vocales para representar a los personajes principales: Ugo Rodríguez (Dr. Frankenstein) e Iraida Noriega (Elizabeth). Ambos sorprendieron al dar prueba de que sus voces y su desarrollo en el rubro de la música va más allá de lo presentado en otras ocasiones; aunado a ello, su dominio y movilidad en escena.
Un trabajo conjunto, visualizado por el ojo clínico de José Fors, que nos atrapa por su acertada elección para la producción de Dr. Frankenstein para el poco explorado camino de la opera rock, lo que le valió la ovación de pie de las más de tres mil personas que se dieron cita en el ya mencionado recinto de la Ciudad de México.
Esta opera rock en dos actos es una versión libre de la novela de Mary Shelley adaptada por el también músico de Cuca. Un trabajo de casi diez años desarrollado en un sombrío escenario que logra la convergencia gótico-minimalista, al igual que el vestuario, creación conjunta de Fors con Garra, empresa de Salvador Moreno (La Casta).
Además, la producción multimedia junto con el excelente trabajo de iluminación da un toque especial a la obra, que durante 35 escenas nos incita a explorar los sentimientos mas oscuros del “ente” y de la humanidad.
El montaje, auspiciado por la Universidad de Guadalajara, proporciona los elementos más importantes de esta primera novela de ciencia ficción: el momento en que el Dr. Frankenstein profana los restos de un asesino, el nacimiento del “ente” y el desarrollo de sus emociones tales como la necesidad de amor, la soledad, el odio y la venganza.
Los monstruos de Dr. Frankenstein
El peso de la obra, sin duda, lo lleva el trabajo musical realizado José Fors. Las piezas de Dr. Frankenstein van desde el tango, la balada romántica hasta el metal, resaltado por las voces de los personajes, por pequeños que pareciesen, creados por músicos importantes como Gerardo Enciso, Salvador Moreno, Carlos Ávilez, Sara Valenzuela y Vera Concilión, por mencionar algunos.
Sin caer en el protagonismo del “ente”, Fors se centró en dos monstruos vocales para representar a los personajes principales: Ugo Rodríguez (Dr. Frankenstein) e Iraida Noriega (Elizabeth). Ambos sorprendieron al dar prueba de que sus voces y su desarrollo en el rubro de la música va más allá de lo presentado en otras ocasiones; aunado a ello, su dominio y movilidad en escena.
Un trabajo conjunto, visualizado por el ojo clínico de José Fors, que nos atrapa por su acertada elección para la producción de Dr. Frankenstein para el poco explorado camino de la opera rock, lo que le valió la ovación de pie de las más de tres mil personas que se dieron cita en el ya mencionado recinto de la Ciudad de México.