Yo tampoco sé cómo llegué aquí...

viernes, 25 de agosto de 2017

Espacios

A mi abuelita Elvia...

A veces reconozco en mi algo tuyo que se acentúa cuando bebo café. 

Me traslado a esos momentos en los que te miraba sentada a la mesa, pintando tus uñas largas y te dabas tiempo para ser mi cómplice al dejarme darle un sorbo a tu café mientras mis papás estaban distraídos.

También fuiste maestra, de esas tan fuertes que enseñan a compartir, a abrazar, a ser solidario con acciones. Creo queeso no te aprendí bien. Te encuentro en canciones y lugares, recuerdos que me sirven para rellenar y zurcir ese hueco que dejaste aquí.

Encuentro

Al despertar, mi noctámbulo caminar me guió a la ventana. El cristal iluminado por la luna de la fría madrugada reflejaba mi cara, pero no me reconocí. Cambió color de mi cabello y hasta mi piel. Ya no hay huellas de ti. 

Soledad

Perdí la luz de tus ojos, dejé de mirarlos al amanecer. En vano mi mano recorre tu espacio en la cama y sólo encuentra el frío de tu ausencia en las sábanas. Odio cuando no estás.