Christian:
el mundo podría ser muy bonito, pero nos faltas tú.
Recorría
las calles de la colonia con mucha familiaridad, casi por inercia, pero al
pasar frente a tu casa no pude evitar ver el moño negro desteñido colgado en el
marco de la puerta, ese moño viejo, deshilachado y ya sin forma y en el que
habíamos puesto nuestro dolor cuando te despedimos de este mundo.
Ahora,
al igual que ese noviembre de años atrás, me llegaba como puñalada al corazón
el significado de ese moño negro. En aquel momento fue con mucho dolor colocado
por tu hermana, quien con el tiempo aprendió a mitigar el dolor de tu ausencia
para cada día extrañarte menos, como hicimos otros.
Tu
recuerdo no está tan latente como en aquellos días; aún no he dejado de amarte,
es sólo que mi amor ya no se alimenta con tus risas y aunque mantenga conversaciones
interminables conColor del texto tu fotografía, ya no me respondes.
Miles
de recuerdos rebotan como pelotas en mi mente, miles de carcajadas no
entregadas, miles de caricias sin salir de mis manos y muchos te quiero
sepultados en mis labios. Era necesario decirlo o te fuiste sabiendo que te
amaba? Ojala que sí.
Este
frío noviembre significa mucho para mí, porque los dos cumplimos algo. Yo más
años de vida y tú más años de esperarme al principio del camino de luz.
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